¿EN QUÉ CONSISTE?
Las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) son herramientas capaces de potenciar distintos tipos de abuso que ya existen. Es decir, el abuso o el acoso sexual a chicas y chicos no surgen con internet y las redes sociales, pero estas nuevas tecnologías son instrumentos capaces de potenciarlos; ya que las personas adultas pueden ocultar su identidad y las chicas y chicos pueden tener una falsa sensación de seguridad que hace más probable que hablen con personas extrañas o hagan cosas que no harían en el mundo fuera de línea.
La violencia en entornos digitales por parte de una persona adulta hacia niñas, niños o adolescentes puede producirse a través de dispositivos como computadoras, tablets y teléfonos móviles; y suceder en cualquier sitio on-line, red social (Instagram, TikTok, Snapchat, Yubo, etc.), aplicación (WhatsApp, Messenger, etc.), correo electrónico, chat, sitio de transmisión en vivo o chat de videojuegos.
Una de las formas en las que se ejerce violencia en entornos digitales es el Ciberacoso.
El ciberacoso es un delito que se produce cuando una persona adulta utiliza medios electrónicos para contactar y acosar a una niña, niño o adolescente para que realice ciertas prácticas sexuales para las que aún no está preparada/o y para las que no puede dar consentimiento.
Es la forma en que algunas personas se acercan a las chicas y chicos para ganar su confianza, crear lazos emocionales y poder abusar sexualmente de ellas/os. El ciberacoso consta de varias fases o etapas:
Primero, las personas adultas suelen generar un perfil falso en una red social, sala de chat, foro, videojuego u otro, en donde se hacen pasar por una chica o chico, y buscan establecer el contacto, luego entablar una conversación y generar una amistad con la niña o niño que quieren acosar.
Recopilan información sobre sus gustos y preferencias, sus intereses para acercarse a ellas/os, ofreciendo consejos o regalos. Cuando ya son amigos de a poco va introduciendo temas más íntimos y las chicas y chicos creen que han encontrado un/a amigo/a que las/los entiende.

Cualquier niña, niño o adolescente puede ser víctima de violencia en los medios virtuales, independientemente de su edad, género y nivel sociocultural. No obstante, los adolescentes son especialmente vulnerables, pues sienten que son invulnerables y corren riesgos. Exploran mundos reales y virtuales desconociendo los peligros que ambos mundos pueden presentar.
La violencia en cualquiera de sus formas puede generar sufrimiento y tener distintas consecuencias negativas en la vida de las chicas y los chicos: perjudica su salud psíquica y física, afecta su desarrollo y debilita su autoestima. El impacto depende de la severidad de la agresión, la frecuencia, el vínculo con quien la ejerza y de la ayuda que puedan recibir.
La violencia en entornos digitales puede provenir de una persona desconocida o también de personas del entorno de la chica o chico, y puede ser parte de situaciones de violencia que tienen lugar en el mundo real. Una niña o un niño que sufre abuso en línea puede:
- Estar molesta/o o angustiada/o después de usar Internet.
- Ser muy reservada/o sobre con quién está hablando y qué está haciendo en línea, o en los videojuegos.
- Esconderse para hablar por celular o para enviar un mensaje de chat.
- Evidenciar un comportamiento sexual inapropiado para su edad.
- Usar en secreto la tecnología, borrar historiales, poner claves de acceso en los dispositivos y cambiarlos de forma reiterada.
- Aparecer con regalos, sin poder explicar quién se los dio.


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